Cariño eres multimillonario

Capítulo 259



Capitulo 259: La Pusieron Contra la Pared

Valentina intentaba corregir los hechos, pero Alexia la interrumpió antes de que pudiera terminar.

-Ah, señorita Lancaster, no intentará invertir los roles. ¿verdad? Diciendo que fui yo quien causó la quemadura en su mano.

Valentina no pudo evitar reirse friamente.

-¿Acaso no fue así?

-No, por supuesto que no. Ahora que todos están aquí, aclaremos este asunto.

Alexia se mostró indignada, como si buscara revelar la verdad.

-Tomé agua del dispensador y al verte, señorita Lancaster, solo quería disculparme. La última vez hablé a tus espaldas, y eso estuvo mal. Pero aunque no aceptes mi disculpa, no tenías por qué empujarme. Tu empujón hizo que el agua se derramara sobre tu mano…

Implicando que Valentina se lo había buscado.

Valentina estaba asombrada por la habilidad de Alexia para distorsionar los hechos. De repente, las miradas hacia Valentina se llenaron de sospecha, casi como si la creyeran capaz de venganza por

pequeñeces.

Vengativa?

Valentina pensó que, aunque la palabra tenia una connotación negativa, habla personas a quienes realmente se les debería devolver el golpe.

¿No hay cámaras de seguridad en esta oficina?

Valentina preguntó con calma, escaneando la sala en busca de cámaras. Los ángulos de varias cámaras de seguridad podian cubrir esa área.

Con solo revisar las grabaciones, se podría esclarecer todo el incidente.

Valentina miró a los presentes.

-¿Quién está a cargo de la vigilancia? Exclusive © content by N(ô)ve/l/Drama.Org.

Nadie respondió. Pensaron en los rumores: si Valentina realmente habla caldo en desgracia y sido expulsada del Grupo Valenzuela, ayudarla seria ir en contra de la familia Valenzuela. Nadie quería involucrarse en un asunto tan ingrato.

Reinaba un silencio tenso.

Alexia, sintiéndose más arrogante y segura, dijo:

-Señorita Lancaster, incluso si revisamos las cámaras, lo que he dicho sigue siendo la verdad.

Pensaba que, con Valentina fuera de Juego y Lucia de su lado, podia cargarle la culpa a Valentina sin consecuencias. Sin acceso a las grabaciones de seguridad, Valentina no podía defenderse.

Valentina observó la situación con una sonrisa irónica.

-Bien, disculpen la molestia -Prefirió aceptar la pérdida.

Dijo esto y se dirigió hacia la salida. Aunque habla aliviado el dolor de la quemadura con agua fría, el dolor persistia, y las ampollas empezaban a formarse en su piel. Valentina consideró más prudente tratar sus heridas en un hospital en lugar de enredarse con alguien que claramente queria perjudicarla,

No había llegado lejos cuando Alexia la detuvo:

-¡Espera!

Valentina frunció el ceño, justo antes de escuchar a Alexia llamar a seguridad. Estaba claro que no la

dejarian ir fácilmente.

Pronto, varios guardias de seguridad se acercaron. Alexia les ordenó que detuvieran a Valentina, quien

empezaba a impacientarse.

-¿Qué más quieres?-preguntó Valentina directamente.

-¿Así que me chocas y piensas simplemente irte?

Alexia fijó su mirada en Valentina. Habla echado un vistazo a la oficina de Lucia; incluso a través de

una rendija de las persianas, pudo verla. Sabiendo que Lucia observaba, Alexia quería aprovechar al

máximo la situación.

Valentina rodó los ojos.

-Entonces, ¿qué tal si tú me chocas y yo te quemo con agua hirviendo?

-O mejor aún, llamemos a la policia y dejémoslos resolver esto.

Valentina sacó su teléfono, pero antes de que pudiera hacer la llamada, Alexia le golpeó la mano, haciendo que el teléfono cayera al suelo. Cuando Valentina se agachó para recogerlo, Alexia pisó el

teléfono.

Justo entonces, el teléfono empezó a sonar con una llamada entrante. No se podia ver quién llamaba debido a la posición del pie de Alexia. Después de sonar un rato y cortarse, la llamada volvió a entrar

casi inmediatamente.

-Muévete -dijo Valentina con firmeza.

-¿Muévete? Ja, dame una razón -respondió Alexia, claramente disfrutando de la situación.

Desde su posición dominante, Alexia miró hacia abajo a Valentina. Una vez, Valentina fue una figura

respetada por don Raúl, habiendo servido como la directora de diseño de Joyeria Valenzuela y posiblemente, incluso habría podido heredar una parte del Grupo Valenzuela después del fallecimiento de don Raúl. Ahora, sin embargo, Valentina se encontraba suplicante a sus pies.

-¿Una razón?

La ira que Valentina habla estado reprimiendo ya no podia ocultarse. Aunque habla olvidado sus experiencias pasadas, siempre sintió que no era alguien que se dejara intimidar fácilmente. Con una mirada fria hacia Alexia, Valentina se puso de pie.

Con una sonrisa siniestra dirigida hacia Alexia, de repente levantó la mano y… ¡Plaf! Le propinó una bofetada.

-¡Ah!

Alexia quedó atónita por el golpe, inesperado en una sociedad civilizada y con tantos testigos alrededor. Su ira se encendió aún más.

-¡Te atreves a golpearme…!

Antes de que Alexia pudiera planear su venganza, Valentina la golpeó de nuevo, dejando a todos los presentes en shock, sin atreverse siquiera a respirar ruidosamente.

Confundida y humillada, Alexia quiso atacar a Valentina, pero no tuvo oportunidad. Valentina, moviéndose con una precisión que parecía instintiva, la derribó con un movimiento fluido.

-Esta vez, lo hice a propósito -dijo Valentina con una sonrisa, decidida a no dejarse acusar sin fundamento.

Sin esperanza de acceder a las grabaciones de seguridad, Valentina eligió resolver las cosas a su manera. En cuanto a las consecuencias…

-Me golpeaste, puedes demandarme. Informa a la policía y que contacten a mi abogado… -Valentina se detuvo, recordando que sabía poco sobre su supuesto esposo, y luego agregó-, mejor contacta al abogado de Diego Harper.

Diego Harper, el presidente del Consorcio Industrial Mexa, era un nombre desconocido para muchos presentes, pero Lucia, al escucharlo, se puso en alerta. ¿Cómo Valentina tenia alguna conexión con Diego?

Lucia, preocupada, decidió intervenir. Mientras tanto, Alexia, dolorida y humillada, no pudo procesar las palabras de Valentina. Intentó levantarse para vengarse, pero el dolor se lo impidió. Viendo a Valentina a punto de irse, gritó a los demás:

-¿Qué esperan? ¡Deténganla, golpéenla, háganlo por mi! 2


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